Desde los más excéntricos y exuberantes hasta los más tímidos y melancólicos, la personalidad humana es algo complejo y colorido. La personalidad se refiere a los patrones distintivos de pensamiento, sentimiento, expresión emocional y comportamiento de una persona. La personalidad se deriva de una mezcla de disposiciones e inclinaciones innatas junto con factores ambientales y experiencias que matizan la forma de ser de la persona. Aunque la personalidad puede cambiar a lo largo de la vida, los rasgos básicos de la personalidad tienden a permanecer relativamente constantes durante la edad adulta. 

El narcisismo, la dependencia, la evitación o el histrionismo puede actuar favoreciendo nuestro desarrollo. Pero cuando cualquier de los rasgos básicos de la personalidad se presenta de forma extrema, la persona puede experimentar problemas de adaptación y sintomatología psicológica. Además, determinados patrones de la personalidad pueden provocar un intenso malestar en otras personas.

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