La falta de deseo sexual es más frecuente de lo que te imaginas. Muchas personas se preguntan porqué si tienen una relación de pareja feliz no tienen deseo. Otras han convivido con una falta de deseo permanente mientras, hay quien se resiste a ver marchar el deseo con el paso del tiempo y algunos abandonan la relación cuando el deseo disminuye.
Si esperas una receta o una lista de actividades a realizar para aumentar el deseo, sal de esta página. Aquí vas a encontrar ideas que te ayudarán a desafiar tus planteamientos actuales sobre la falta de deseo sexual. Porque eso que piensas ahora, forma parte del problema.
En realidad, sí te propondré algunas actividades, pero el objetivo es explorar, iniciar el camino, no llegar a un meta concreta. Si sientes curiosidad, empecemos.
¿Es posible no tener deseo sexual?
Si has llegado a esta página es porque de una forma u otra crees que tu deseo ha disminuido, está “inhibido” o es inexistente. Veamos algunas razones que pueden llevar a tener una falta de deseo sexual.
Falta de deseo y psicología
No tengo tiempo, tengo estrés
Seguro que puedes recordar algún momento de tu vida en el que a pesar del estrés has tenido relaciones. Imagina que estás en avión, camino a unas tranquilas vacaciones y que de pronto algo parece ir mal. Miras a tu pareja y parecer pensar lo mismo, algo va mal. Si tienes hijos, ellos no van en el avión, están seguros y disfrutando de sus vacaciones, bien cuidados. El avión comienza a ascender y descender de forma brusca. Tu corazón se acelera . No hay gritos, los demás parecen ser capaces de mantener la calma pero tu no. Tu pareja de coge la mano, se a cerca a ti y te besa. Le besarías? Crees que el estrés de ese momento te impediría desear tenerle cerca?
Quizás quieras decirme que esa situación es distinta. Efectivamente lo es. Pero esa es una prueba de que el estrés, indiscutiblemente no es por sí solo la causa de tu falta de deseo.
¿Como de importante es para ti el sexo en esta relación?
Para muchas personas la familia, el matrimonio o una pareja estable no tiene mucho que ver con el sexo. Si estos dos mundos están desligados, es normal que el deseo no aparezca con frecuencia. ¿Cuando estás comprando el pan te planteas que si estás teniendo deseo o no? No, solo estás comprando el pan. Pues igual, si en casa tienes tu mente centrada en otras prioridades, si crees que es más importante preparar la comida u ordenar los juguetes es normal que el deseo no aparezca.
Quizás pienses que sólo necesitar “hacer huecos”, establecer un espacio, un día o unas horas para darle rienda suelta. Si no lo has probado, hazlo. Es una estrategia sencilla y para algunas personas eficaz, pruébalo. Si ya lo has probado y no ha dado resultado, es porque en tu caso es algo más complejo. Tendríamos que explorar y reconciliar estos mundos para abrirle un pequeño camino al deseo. Ojalá pudiera darte una receta, pero como leíste al principio, en esta página no las hay. Para eso tendríamos que sentarnos y explorar. Pero, te invito a realizar un pequeño ejercicio que puede ayudarte a entender las diferencias entre esos dos mundos.
Coge una hoja de papel y divídela en dos parte. En una parte pon Amor y en la otra pon Sexo. A continuación ve completando las siguientes frases en cada una de las partes del papel:
- Cuando pienso en esta palabra pienso en:
- Lo siento cuando:
- Lo que más me gusta es:
- Cuando alguien me ama/desea, siento:
- Cuando amo/deseo a alguien, siento:
- En el amor/sexo busco:
¿Como de satisfactorio ha sido el sexo hasta ahora?
Para algunas personas el sexo siempre ha sido complicado y esto hace que con el paso del tiempo haya un bajo deseo sexual. Hay personas que creen que sus gustos o necesidades no serán entendidas, otras que no comparten los gustos de sus parejas pero les quieres demasiado como decírselo. Para otros, decir lo que necesitan o quieren es imposible. Hay quien no ha llegado a plantearse qué necesita o qué le gusta en el ámbito sexual ya que nunca ha aprendido cómo hacerlo. Finalmente, las prácticas sexuales inadecuadas, pueden generar escaso disfrute y con el paso del tiempo provocar una falta de deseo sexual.
El miedo, la vergüenza, la culpa o la incomodidad suelen estar muy relacionadas con la falta de deseo sexual. Después de experiencias continuas donde no hemos encontrado lo que esperábamos, el deseo se esfuma. Ni esta, ni se le espera.
Si crees que esto es lo que te ocurre ahora ya sabes que no se trata de que no quieras, no puedas o de que estéis haciendo algo mal. Pero también podrás ver que hay que hacer algo de manera diferente. ¿Por dónde empezar? No hay una receta única, se me ocurren muchas ideas: explorar que nos gusta, facilitar la comunicación en la pareja, disminuir el miedo, eliminar los pensamientos que generan ansiedad o vergüenza, aprender sobre lo que nos gusta a través del descubrimiento individual y no en pareja, etc. Lo adecuado para ti dependerá de cómo eres y de la situación que vives.
Falta de deseo y condiciones médicas
Aunque el deseo tiene un fuerte componente psicológico no podemos pasar por alto determinadas condiciones médicas que pueden interferir con nuestra sexualidad. El bajo deseo sexual puede estar influidos por diferentes afecciones entre las que podemos destacar:
Dolor (fibromialgia, neuropatías y problemas musculo-esquelético)
En el contexto de las enfermedades reumáticas, los problemas músculo-esqueléticos y las neuropatías el dolor forma parte de la vida de la persona de una manera constante. Puede afectar a la persona en muchos niveles: funcionamiento diario, capacidades cognitivas (atención, memoria, razonamiento) y suelen provocar síntomas emocionales (ansiedad, depresión). No es de extrañar que las personas que se encuentran en esta situación tengan una falta de deseo sexual.
Si bien en estos casos hablamos de dolor crónico, por tanto, no hay una solución médica que lo elimine. En el campo de la Psicología de la Salud se ha trabajado mucho sobre convivir con el dolor. Por ello, el abordaje integral (médico-psicológico) es fundamental en estos casos para encontrarse mejor a nivel general y para abordar el ámbito sexual.
Diabetes
La diabetes es un conjunto de trastornos metabólicos, cuya característica común principal es la presencia de concentraciones elevadas de glucosa en la sangre de manera persistente o crónica, debido ya sea a un defecto en la producción de insulina, a una resistencia a la acción de ella para utilizar la glucosa, a un aumento en la producción de glucosa o a una combinación de estas causas.
Los cambios en los vasos sanguíneos, los nervios y las hormonas pueden provocar problemas en la vejiga y en los órganos sexuales. Si al mantener relaciones sexuales tiene molestias o dolor, si tiene dificultad para mantener o alcanzar la erección, es necesario que consulte con su médico ya que es posible que necesite controlar la diabetes de una manera diferente. Los problemas directamente relacionados con la sexualidad así como el resto de dificultades asociadas a las Diabetes puede provocar una falta de deseo sexual.
Es posible que sientas vergüenza o temor a compartir tus dudas, pero recuerda, al hacerlo estarás más cerca de recuperar el placer y el deseo.
Endometriosis
La endometriosis consiste en la aparición de tejido procedente del endometrio (mucosa que recubre la cavidad interior del útero) fuera del útero. Por ejemplo en la cavidad pélvica, en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino. Como otras muchas enfermedades su causa no está del todo clara, aunque se ha planteado que durante la menstruación, estos tejidos en lugar de descender y expulsarse podrían moverse hacia otras parte.
En cualquier caso, las mujeres que sufren este problema puede tener relaciones sexuales dolorosas. Así mismo la menstruación también puede ser muy dolorosa en el abdomen, en la región lumbar, rectal, dolores radiantes a ambas piernas. En este contexto, como es natural la falta de deseo sexual puede aparecer con frecuencia. A las causas biológicas se pueden sumar otros factores psicológicos como los comentados por lo que será necesario un abordaje global.
Anticonceptivos orales
A pesar de la escasa información que se facilita a las mujeres, la toma de anticonceptivos orales puede generar problemas en la sexualidad. En la comunidad científica no hay un acuerdo total sobre el número de personas que podrían tener un escaso deseo sexual a causa de los anticonceptivos. Aunque necesitaremos hablar de esto con mayor profundidad, ya que hay muchos tipos de anticonceptivos. No obstante, si detectas algunos de los siguientes síntomas, plantéate que tu anticonceptivo podría estar interfiriendo:
- Presencia de síntomas como tristeza, apatía, depresión.
- Cambios en la sensibilidad de algunas zonas corporales (por ejemplo, en el pecho).
- Cambio en el flujo o en la lubricación vaginal (tanto por exceso como por defecto).
- Dolores de cabeza, migraña, náuseas o cambios en tu peso.
En resumen
La explicación a las causas de la falta de deseo sexual estará compuesta por uno o varios de los elementos que hemos comentado, así como de otros elementos. En cada persona la configuración es distinta. Pero en todos los casos la persona puede llegar a un mejor disfrute y a un aumento del deseo. No tienes porqué continuar con tu falta de deseo sexual. Espero que tras leer estas lineas estés un poco más cerca de disfrutar de nuevo de tu sexualidad.