Estrategias ineficaces para evitar la ansiedad Todos estamos familiarizados con la ansiedad y las sensaciones que produce. El corazón empieza a latir deprisa, la respiración se acelera y comenzamos a sentir que el estómago se cierra. Puede que también sienta opresión...
La ansiedad abarca sentimientos de preocupación, nerviosismo o temor. Aunque desagradables, los episodios ocasionales de ansiedad son naturales y a veces incluso productivos: al indicar que algo no está bien, la ansiedad puede ayudar a las personas a evitar el peligro y a realizar cambios importantes y significativos.
Pero cuando se presenta de forma persistente y generalizada, interrumpe las actividades de la vida diaria (rendimiento rendimiento escolar o laboral, relaciones sociales, etc.)puede ser indicativo de la presencia de un trastorno de ansiedad.
Los trastornos de ansiedad se manifiestan de diferentes maneras y, a menudo, implican diagnósticos distintos. El trastorno de ansiedad generalizada es un estado crónico de preocupación y tensión severas, a menudo sin provocación. El trastorno de pánico se refiere a ataques de pánico repentinos y repetidos, episodios de miedo e incomodidad intensos que alcanzan su punto máximo en pocos minutos. El trastorno obsesivo compulsivo está marcado por pensamientos intrusos o compulsiones para llevar a cabo comportamientos específicos, como el lavado de manos. Post-traumático estrés trastorno puede desarrollarse después de experimentar o presenciar un evento traumático.
La ansiedad suele ir acompañada de depresión , y los dos comparten una arquitectura genética subyacente
Todos ellos pueden tratarse con éxito usando terapia. La terapia cognitiva conductual es una de las opciones más efectivas, en la que los pacientes aprenden a identificar patrones de pensamiento problemáticos y a cambiar su respuesta.
A continuación encontrarás algunas entradas en las que hablamos con más detalle sobre los síntomas y las estrategias para la gestión de este tipo de problemas: