Pesadillas: ¿Cómo prevenirlas?

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Qué son las Pesadillas

El ser humano vive constantemente en estado de alerta. Por ejemplo, en nuestro día a día estamos atentos continuamente al móvil (por si nuestro jefe nos escribe, por si tenemos alguna llamada importante, por si nos llaman del colegio de nuestros hijos porque están enfermos, etc.). A esto se suman gran cantidad de preocupaciones cotidianas. Y cuando nos damos cuenta, tenemos un millón de cosas en la cabeza, que nos han estado atacando todo el día y caemos derrotados en la cama. Paradójicamente es en ese momento de relajación absoluta cuando aparecen las pesadillas.

La  RAE define las pesadillas como ensueños angustiosos y tenaces. Mientras que el DSM V, Manual de Diagnóstico y Estadística de los Trastornos Mentales, define las pesadillas como sueños muy disfóricos y bien recordados que suelen implicar esfuerzos para evitar amenazas a la supervivencia, la seguridad o la integridad física.

Las pesadillas aisladas son normales, pero cuando éstas nos provocan un terror extremo o ansiedad recurrente, pueden llegar considerarse un trastorno. Las pesadillas ocasionales son comunes y por lo general no conducen a consecuencias negativas a largo plazo, alrededor del 5% de los adultos sufren de pesadillas frecuentes, posiblemente relacionadas con lo antes expuesto, vivir en una continua preocupación. Así pues, resulta evidente que en cualquier caso, las pesadillas conllevan problemas del sueño, lo que repercute en la calidad de vida de la persona en general.

La mayoría de las pesadillas pueden ser una reacción normal al estrés, y algunos investigadores creen que ayudan a procesar eventos traumáticos o situaciones difíciles que la persona ha experimentado. Sin embargo, la aparición continuas y recurrentes, es decir las “pesadillas repetidas” pueden indicar la existencia de algún problema. Se convierte en un trastorno cuando afecta a la vida social, al ámbito laboral o a otras áreas del funcionamiento de la persona.  Esto sucede con más frecuencia en los niños y suelen aparecer antes de los 10 años. En estos casos, se recomienda consultar con un psicólogo para evaluar estas si es necesario ayudar al niño a afrontar alguna situación. 

¿Cómo se generan las pesadillas?

Una pesadilla es un sueño que ocurre durante la fase REM (rápido movimientos de ojos) que da lugar a sensaciones del terror fuerte, de miedo, angustia o de la ansiedad extrema. Este fenómeno tiende a ocurrir en la última parte de la noche y a menudo despierta al durmiente, provocando que recuerde el contenido del sueño.

El Sueño REM

El sueño REM comienza con señales en el puente troncoencefálico, un área del cerebro. Estas señales viajan a una región llamada tálamo, que los retransmite a la corteza cerebral, la capa externa del cerebro responsable de aprender, pensar y organizar la información. Es en la corteza cerebral donde se envían señales que inhiben la transmisión de impulsos hacia las neuronas de la médula espinal, causando parálisis temporal de los músculos de las extremidades. Si algo interfiere en este proceso de parálisis, la gente comenzará a realizar físicamente sus sueños, un problema raro y peligroso, llamado trastorno del comportamiento del sueño REM. Por ejemplo, una persona que sueña con un juego de béisbol puede encontrarse con muebles o, inadvertidamente, golpear a una persona que duerme cerca mientras intenta atrapar una pelota en el sueño.

pesadillas

El sueño REM estimula las regiones cerebrales utilizadas en el aprendizaje, que pueden ser importantes para el desarrollo normal del cerebro durante la infancia. Esto explicaría por qué los bebés pasan mucho más tiempo en el sueño REM que los adultos. Al igual que el sueño profundo, el sueño REM se asocia con una mayor producción de proteínas. Un estudio determinó que el sueño REM afecta el aprendizaje de ciertas habilidades mentales. Un grupo de personas aprendió una determinada habilidad. Este grupo fue dividido en dos, el grupo de control, al que no se le privó el sueño REM, y el grupo experimental, al que se privó del sueño REM. Tras haber sido privadas del sueño, la mayoría de personas del grupo experimental no fue capaz de recordar lo que había aprendido, mientras que las personas del grupo de control recordaban lo aprendido.

¿Qué puede causar que tengamos pesadillas?

Al inicio de texto hemos hablado ya de algunas causas, pero las principales son:

La ansiedad o el estrés, como principal predisponente de las pesadillas.

En un 60% de los casos, un acontecimiento vital importante precede al inicio de las pesadillas.

Fiebre.

Muerte de un ser querido (duelo).

Reacción adversa o efecto secundario de un medicamento.

Trastornos de la respiración en el sueño (apnea del sueño).

Trastornos del sueño (narcolepsia, trastorno del terror del sueño).

Comer justo antes de ir a la cama, lo que eleva el metabolismo del cuerpo y el cerebro Pueden causar pesadillas que ocurren más a menudo.

Pasos para prevenir las pesadillas

Si queremos evitar pasar noches malas que nos despiertan será esencial empezar a trabajar o introducir estos pequeños cambios que te proponemos, con ello podrás lograr una mayor calidad de vida.

  1. Reduce el estrés y la tensión diaria, de este modo las pesadillas no podrán interferir en nuestro sueño.
  2. Evitar tomar estimulantes, sobre todo por la noche, ya que el café, los refrescos o las bebidas energéticas pueden aumentar la probabilidad de sufrir una pesadilla.
  3. Cena ligero, una cena demasiado pesada eleva el metabolismo del cuerpo, lo que aumenta la probabilidad de tener pesadillas.
  4. Duerme con tapones si en tu casa percibes sonidos de tuberías, aire acondicionado o muebles viejos. Aunque posiblemente tú no eres consciente del ruido, el cerebro puede detectarlo y al ser molesto, convertirlo en pesadilla.
  5. Realiza ejercicio y utiliza técnicas de relajación. La actividad física te ayudará a dormir mucho mejor.
  6. Para los más pequeños, es aconsejable evitar que vean la televisión antes de acostarse, tampoco permitas que vivan tensiones fuertes, como ver algo que le genere miedo o presenciar una discusión. También al irse a la cama, si así lo requieren, puede ser aconsejable introducir una pequeña luz que los tranquilice.
  7. Si siguiendo estos pasos, aún continúan las pesadillas persistentes es aconsejable acudir a un profesional que puede detectar qué está causando las pesadillas y que nos dé estrategias específicas para reducirlas.

Fuentes:

Autor: Manuel Peña Hermosa

Psicólogo Sanitario. Especialista en Psicopatología y Salud. Experiencia en el tratamiento psicológico con adultos y niños. Evaluación y tratamiento de las dificultades de aprendizaje en el ámbito escolar. Elaboración de informes. Apoyo Psicoeducativo.

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